Compliance Penal: qué significa, qué es y para qué sirve
El Compliance es una palabra que escuchamos en España desde 2010. Con la reforma del derecho penal, esta palabra ha ganado todo su significado. Pero ¿comprende realmente qué es el cumplimiento?
La palabra Compliance es una palabra inglesa que se usa para hablar de "cumplimiento". Por ello, el cumplimiento puede entenderse de tantas formas como haya que hacer cumplir: laboral, fiscal, empresarial, etc. En este caso, nos enfocamos en el cumplimiento penal porque insistimos en cumplir con la ley desde una perspectiva penal. Aunque esto es lo más importante recientemente, el cumplimiento penal es un número creado en muchos países del mundo. Sin embargo, este no es el caso en España, porque nuestro Código Penal aún no ha previsto el sistema de responsabilidad penal de las personas jurídicas.
El cumplimiento no es un concepto fácil de definir, porque existen discusiones doctrinales al respecto. El problema puede ser, más precisamente, que no hay reglas, específicas o no, que nos permitan tener un concepto de este britishismo, ni siquiera en su versión traducida. Con todo, el cumplimiento penal se puede definir como una estructura compuesta por acciones y documentos. Tienen como objetivo evitar delitos dentro de la empresa basados en la cultura de cumplimiento establecida por la dirección de la empresa.
En resumen, los conceptos o definiciones que encontramos en la Ley de Cumplimiento Penal están muy dispersos e insuficientes. Si finalmente se acuña un término, en última instancia se debe a la práctica.
Habiendo dicho lo anterior, vayamos al tema, ¿por qué necesito un plan de Compliance penal?
Si implementamos un programa de cumplimiento, debido a que el programa opera de manera similar a un código de conducta, los beneficios que nos brinda son obvios. Por un lado, en cuanto al comportamiento de los trabajadores. Por otro lado, dado el entorno de trabajo, trabajarán con mayor facilidad y pueden ser más eficientes.
Su implementación dificultará que las personas asociadas a la empresa cometan infracciones.
Según la teoría de la ventana rota, un lugar de trabajo organizado y eficiente atraerá a los empleados a trabajar de una manera que cumpla con dichas reglas; por otro lado, si el ambiente de trabajo es caótico, esta situación afectará a los empleados que trabajan de la misma manera.
Cuando se desarrolla un plan de cumplimiento penal y es efectivo, se pueden evitar violaciones y actos delictivos. Por tanto, la empresa no se verá perjudicada.
Sin embargo, lo anterior no es irrefutable. A veces, esto sucede ocasionalmente incluso si la agencia administrativa se esfuerza por poner fin al comportamiento irregular. En este caso, si la empresa está involucrada en un proceso penal, la empresa puede ser absuelta.
Si el juez cree que existe un plan de cumplimiento, y que el plan ha sido adoptado, pero no lo suficientemente efectivo, puede “rebajar” las sanciones para la empresa una vez condenada. De esta forma, si finalmente la condenará, recibiría una pena menor que si no adoptará el plan de cumplimiento.
El Compliance Penal está regulado en el artículo 31 bis del Código Penal. Combinado con la reforma de 2010, obligó a las personas jurídicas a preparar un "modelo de riesgo de prevención del delito". Posteriormente, en 2015, nuestro Código Penal introdujo nuevas reformas.
El mecanismo consiste en un conjunto de reglas destinadas a prevenir, detectar y responder a conductas ilegales o conductas que puedan tener importancia criminal dentro de la organización. Los principales objetivos por alcanzar son:
- Fomentar un comportamiento adecuado frente a la normativa administrativa y penal.
- Asegurar el cumplimiento de las leyes y regulaciones dentro de la organización.
- Exenta de responsabilidad penal a las personas jurídicas.
- Lucha contra el crimen corporativo.
Algunos ejemplos de delitos que pueden ocurrir dentro de la organización: fraude, daño informático, fraude, cambios de precio, lavado de dinero, delitos de contaminación ambiental, robo de información y delitos comunes como lesiones y abuso sexual.
El Compliance Officer puede ser la persona a cargo o puede ser una organización interna compuesta por más personas. Esta persona es responsable de ejecutar y gestionar la estrategia de cumplimiento interno de la empresa. Asimismo, es responsable de proponer estándares y procedimientos de aplicación para asegurar la efectividad del programa de cumplimiento penal. Se recomienda que sea un jurista experto y que domine en profundidad el Derecho Penal, con la capacidad requerida como para aprender sobre el Compliance Penal.
Las empresas con un modelo de compliance pueden tener una mayor visibilidad y control sobre sus operaciones. De esta forma, las decisiones comerciales serán más eficientes, reduciendo al máximo cualquier tipo de riesgo, ya sea legal o relacionado con la reputación.
Por otro lado, un régimen de coberturas de este tipo es una tranquilidad para terceros, ya que demuestra que la empresa respeta tanto la legalidad como las buenas prácticas de la industria.