El término crowdfunding está a la orden del día. Seguro que has oído en más de una ocasión hablar de ello, mencionarlo en campañas que han reñido especial trascendencia en España o en situaciones de casos extremos para recaudar dinero para sufragar gastos médicos, por ejemplo. En castellano es conocido como micromecenazgo, y consiste fundamentalmente en una forma de financiación que se basa en el empleo del capital que otros, denominados inversiones, aportan de poco en poco a través de plataformas online especializadas.
Es decir, consiste en la creación de una campaña de recogida de dinero en la que cualquiera puede aportar la cantidad que considere necesaria mediante métodos de pago seguros que proporcionan páginas especializadas y así financiar proyectos, ideas, negocios, tratamientos médicos…. Actualmente los cuatro tipos de crowdfunding más conocidos son:
- Crowdfunding de donación. (Donation-based Crowdfunding).
- Crowdfunding de recompensa. (Reward-based Crowdfunding).
- Crowdfunding de préstamo. (Crowdlending).
- Crowdfunding de inversión. (Equity Crowdfunding).
Las mejores plataformas de crowdfunding a nivel internacional son:
- Verkami.
- Gofundme.
- Teaming.
- Lánzanos.
- Migranodearena.
- Ulule.
- Goteo.
- Hacesfalta.
- Ihelp.
Esta revolucionaria herramienta está cada vez más de moda en los despachos y en los procesos judiciales, estrechamente vinculado con el derecho de asistencia jurídica gratuita. Se trata de una herramienta que ha adquirido un uso exponencial en países que, a diferencia de lo que ocurre en España, no disponen de la parte de oficio que asegura y brinda asistencia legal a cualquier ciudadano que necesite de la asistencia legal, y que, para aquellos que se encuentren en situaciones socioeconómicas malas, suponen una carga económica que en muchas ocasiones no pueden costearse.
Debido a los altos costos asociados con el litigio, todos los litigantes que buscan justicia a menudo no pueden tomar medidas. Muchos demandantes con argumentos convincentes optarán por posponer o eventualmente renunciar a los recursos legales. El severo desequilibrio de recursos entre los litigantes de ingresos medios y los ricos crea barreras para el acceso a la justicia y distorsiona las consecuencias legales para las personas descapitalizadas.
Crowd Justice y LexShares, dos startups del Reino Unido son pioneras en la idea del crowfunding legal, ayudando a sufragar los gastos que ocasiona tener que litigar. La primera de ellas se centra en los procesos judiciales que tienen por objeto intereses públicos, mientras que la segunda está encaminada al plano mercantil. Estados Unidos es el país de referencia con relación al elevado coste que poseen estos procesos. La web GoFundMe se encarga de casos abiertos de los que pretende dar la mejor y mayor financiación posible apoyando a una de las partes.
El crowdfunding legal está compuesto por tres partes principalmente:
- Demandantes. Son las personas o empresas involucradas en juicios que necesitan capital para poder financiar esos gastos jurídicos o personales para el desarrollo del proceso.
- Inversores. Se trata de personas que compran parte de los ingresos futuros de litigios mediante un pago en efectivo por adelantado, como si fuesen una clase nueva de activos.
- Abogados y bufetes de abogados. Se encargan de facilitar el proceso de evaluación ofreciéndoles a los inversores datos sobre los casos que les resulten relevantes.
Es importante señalar que en los últimos años los sistemas de justicia de todo el mundo han perseguido objetivos sociales basados en ofrecer más facilidades para acceder a los tribunales a aquellos que tienen economías más reducidas. Herramientas como ésta permite igualar el derecho de acceso y prevenir así que los resultados favorezcan a los más pudientes, reduciendo las desigualdades sociales.
Con mecanismos como el crowfunding legal se mejora el sistema legal, se reducen o se pretenden reducir las desigualdades y permitir que todos, independientemente del nivel de vida y económico que tenga, puedan tener el derecho de acudir a la justicia.