Las claves del nuevo impuesto sobre los envases de plástico

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Las claves del nuevo impuesto sobre los envases de plástico

Nos encontramos en una época de cambio en la mentalidad de los ciudadanos, especialmente reforzado por el cambio drástico que ha sufrido nuestra vida a raíz de la pandemia de carácter mundial. Cambios de conducta, de estilo de vida y alimentación, mayor concienciación con el medio ambiente y la contaminación son, entre otros, valores que se encuentran hoy en día a la orden y de los que seguro todos hemos oído hablar. Es por ello por lo que se prevé que pase a formar parte de nuestro sistema impositivo el Impuesto sobre los Envases de Plástico No Reutilizables.

A partir del tercer trimestre de este año, aproximadamente, entrará en vigor en el BOE la ley que contiene este impuesto. Se encuentra actualmente en un Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, en concreto en el título VII podemos hablar de dos impuestos:

-        El Impuesto especial sobre los envases de plástico no reutilizables.

-        El Impuesto sobre el depósito de residuos en vertederos, la incineración y la co-incineración de residuos.

Vamos a hacer hincapié debido a la trascendencia actual que está teniendo la concienciación con el medio ambiente y con el cuidado del planeta en el impuesto sobre los envases de plástico. Se trata de una medida que va a encargarse de gravar un consumo específico, persiguiendo fundamentalmente una finalidad medioambiental en materia de prevención de residuos. Es de especial relevancia debido a que el uso de determinados plásticos es de un solo uso y tienen un alcance global, lo cual provoca un gran impacto medioambiental derivado de que en múltiples ocasiones son abandonados o, si no, su destino es ir al vertedero una vez cumplida su función. Persigue, además, una finalidad fiscal incentivadora, concretamente en la economía circular.

Es un impuesto indirecto, de carácter especial y que se dirige a cumplir con las directrices que ha establecido la UE en materia de fiscalidad medioambiental. Se establecen a su vez supuestos de no sujeción, y también determinados supuestos de exención.

El impuesto está pensado para gravar la utilización de plástico no reutilizable en España. Es decir, se gravan los hechos imponibles como la fabricación, importación o adquisición de envases que contengan plástico y no sean reutilizables. Para ello, es importante delimitar lo que se considera para la ley como un envase: un envase es todo producto lleno o vacío destinado a prestar la función de contener, proteger, manipular, distribuir y presentar mercancías. También se encargará este impuesto de gravar los plásticos semielaborados cuya finalidad sea ser utilizados en los procesos de fabricación de envases.

El tipo impositivo para aplicar será de 0,45 euro por cada kilo de envase. El gobierno calcula que se podrán llegar a obtener unos 700 millones de euros a raíz de este impuesto.

Al tratarse de un impuesto especial, además de seguir lo que establece la Ley General Tributaria, hay un sistema de infracciones y sanciones. Se establecen multas dinerarias del 50% del importe de las cuotas del impuesto que se hubiesen dejado de pagar o del 150% del beneficio fiscal indebidamente disfrutado, por ejemplo: la incorrecta certificación de la cantidad de plástico reciclado.

``Esta ley es la clave de bóveda de todo el paquete normativo en materia de economía circular y una de las reformas estructurales más relevantes incluidas en la componente 12 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que España ha presentado a la Comisión Europea", indicó la vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Por otro lado, se prevén otra serie de medidas y objetivos a largo plazo, como por ejemplo:

-        Reducir un 15% en el año 2030 los residuos generados en 2010.

-        Disminución de alrededor del 50% en residuos alimentarios en los hogares y venta minorista.

-        Aumento de las tasas de reciclado de residuos municipales en cinco puntos porcentuales cada cinco años tomando como base el 2020, hasta alcanzar en 2035 el 65%.

-        Antes de 2025 se pretenden implantar recogidas separadas de residuos debido a la generalización de la de biorresiduos en el 2022 y 2024.

Con todo ello, se pretenden alcanzar objetivos como disminuir el uso de plásticos y su consiguiente impacto del medio ambiente, lo cual repercutirá directamente en una mayor protección de la salud. Se pretende impulsar en España la economía circula mediante el incentivo de materiales que sean más respetuosos con el planeta, de forma que además se cumplan las directivas europeas.

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